viernes, 9 de septiembre de 2011

El Tiempo de las Libélulas


No sé si es el tiempo


 La verdad, a estas alturas, una ha dejado de saber cuando era época de alcachofas, de naranjas. La costumbre a lo inmediato te acostumbra


 Supongo que es una cuestión de educación.  No sé si las libélulas saben que el año pasado, justo por esta época, se me mostraban azules, verdes, plateadas como constelaciones revoloteando estáticas frente una mirada atónita, que era la mía


Hoy reaparecen y me hacen ser consciente de que ya hace un año de aquello. Dos si recuerdo el primer día que se plantaron a observarme.
Siendo tan aférrima a lo inmediato me doy cuenta que mi pasión por lo antiguo se me contradice como tantas cosas dentro de mí.

 

Hoy necesito hacer esta entrada, post para los bloggeros.


Mostrar un poco de todo lo que ha pasado, los tocados e imágenes que han nutrido mi estado actual que es seguir hacia delante





Cada tocado es una pieza única. Echa con mucho amor, justifico mi afirmación porque tengo la certeza de que me apasiona mi trabajo



Las piezas están echas con encajes y joyas antiguas (por joya incluyo flores y plumas cuando estas se dan)


¿Por qué trabajo con elementos antiguos?
Pues porque el material en sí me emociona, me mueve y me hace sentir


¿Y qué es lo que me hace continuar?


Me hace continuar saber que nunca fui hacia atrás en esto. Que aquí no hay una velocidad punta, simplemente una se da cuenta que sin dejar el acelerador ha ido pasando caminos, autopistas, pueblitos y ciudades, algunos mares..

  
 Y lo mejor de todo es que el acelerador sigue apretado y siento que, probablemente, lo mejor está por venir


Me divierte, sin saber si es el tiempo o no, que las libélulas se hayan atrevido de nuevo a saludarme. Me divierte este rincón en el mundo que es mi taller


Espero nuevo material y no espero nada más. Bueno si, te espero a ti, y a ti y a ti. 
Deseando que os guste lo que os muestro debéis saber que hay cosas que ya no están conmigo y que cada día hago otras nuevas




Que trabajo también por encargo y que mi única necesidad en ese caso es saber de ti o de la persona a la que te apetece hacerle un regalo





Y acabo con el ruido del aleteo de una libélula, si os lanzáis a imaginar


“similar a una ristra de pompas de jabón saliendo disparatadas tras el bufido de alguien como tu”



1 comentario:

S&A dijo...

Quin blog més fantastic anna.. Quina enveja.. Vaig a actualitzar el meu!