viernes, 16 de septiembre de 2011

Manostijeras



Cuando yo era pequeña y hablo de cuando era muy pequeña, quería ser presidenta, reina o gobernanta, cualquier cosa que me diera la potestad para derribar todos los edificios y hacer un mundo lleno de casitas en el que los coches y autobuses habían desaparecido


Todo estaba limpio y nos movíamos a pie y a lo sumo a caballo. Recuerdo que mi padre, dueño de una inmoviliaria en el momento, se mordía los bigotes y que mis hermanos mayores me molestaban diciendo que mi mundo sería un mundo que apestaría a caca de caballo.


En ese mundo no existían las guerras, porque mi cabeza no entendía cómo uno no podía ayudar a otro que lo pedía. Creía que el mundo debía ser un lugar donde existieran cincuentamil realidades, y que las unas nutrían a las otras y viceversa (uish, ahora que lo pienso, sigo pensando lo mismo!)

Cuando fui más grande, me di cuenta de que el mundo iba a su bola y caí en la realidad de que yo nunca iba a ser gobernanta de nada.

 Tuvimos la suerte de que salsa rosa no existía y que mi abuela de tele solo nos dejaba ver un rato Barrio Sésamo, La Bola de Cristal y Fraggle Rock. De los catorce a los dieciséis llegó a angustiarme leer los diarios o ver las noticias, así que me enamoré del Principito, La Historia Interminable, Neruda, Cortázar y García Lorca, libros que yacían en la librería de mi comedor junto a la enciclopedia catalana.





De mis ideales, bueno, hubiese querido caminar hasta Marruecos a derribar la maldita valla. En aquella manifestación no hace tanto gritaba “Papeles para todos” mientras Luna, la hija de muy más mejor amiga decía más alto “Papeles para el Oso” y levantaba su peluche, benditos tres años. 
A pesar de todo sigo creyendo, qué queréis que os diga


Un alma libre… Cada vez que oigo esa frase me da la risa.. Buscar, buscar y buscar y un poco de luchar y mucho de mucho amor.
Mi Roc ha empezado escuela de grandes P-3, y por eso me regreso a la primera vez que lloré en la puerta de un colegio, al primer mordisco (de una niña enorme y maligna) y único recuerdo de ese lugar de primeras. Por eso mi evasión y mi falta de concentración. Esta semana horario de adaptación, esta semana, dicen ¿Y qué haces desde que nacen? Horario de adaptación. Así que ahora, adaptémonos dentro de la adaptación permanente al nuevo status. Y la vida sigue….


En Ibiza volvemos a la carga, de nuevo con Pamela Funes en el Ibiza Models Award, en el Hotel Pacha

Por mi parte reservo una sorpresa importante ¿Una Pista? CIBELES
¿Otra? Próximo Lunes

Y hasta aquí puedo leer

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