domingo, 26 de febrero de 2012

Bajo una Tilde

Escucho Blue in Green de Miles Davis una y otra vez.


Me reconozco más muerta que viva y en mi agonía más viva que nunca.
Intento describir mi domingo, que me empieza en una parada de bus muy pronto, debían ser... pongamos que las 8.30. Recordemos que es domingo. Recordemos que cada domingo de mi vida me refugio en mi trabajo como el que planta su sombrilla en una playa, cada domingo.
Me he dejado la llave del taller. Demasiadas veces (y no quiero recordarlo del todo), he petado el candado. 

Pero hoy es domingo. No hay negocio que me deje hoy comprar un candado nuevo. Así que llamo a Chri (14), mi grande, para que se calce su 44 y corra en mi rescate. 
Viene con Lupita dentro de su chaqueta, una nueva inquilina que se nos ha colado en la vida casi sin querer. 
Nos besamos y subo a mi 32 camino del ferrocarril.
Una vez allí, en el ferrocarril, aprendo varias cosas y recuerdo otras. Aprendo que los restos de Eugeni d'Ors reposan en un rincón romántico del cementerio de Vilafranca, bajo un mausoleo que lleva la inscripción de A Matilde. 
Después recuerdo a alguien en mi vida aférrimo a Ors, con el que "creo recordar" que viví un poco y que viví cerca de Vilafranca. Jamás visitamos la tumba ni ese rincón romántico. Ahora me pregunto si se escapaba sus tardes más melancólicas a hablar con Don Eugeni. 

Llego a mi Mercantic y me hago con un aplique de cristalitos
Este que sale en la foto y que en realidad va al techo.


Voy vestida con un vestido y mis botas de cordones marrones. Hoy mi abuela hace 95 años y lo celebramos comiendo en La Salut  de Parets del Vallés. Hoy hemos olvidado hacer la foto anual de las mujeres y no me lo perdono.
Rondó de pimpón a la caída del sol y vuelta a casa.


Mercantic ha estado primaveral y lleno de magia. He agradecido el sol sin quejarme un ápice de mis medias térmicas (qué narices, hace sol!)
Y como el pájaro funambulista he hecho mis equilibrios para llegar a todo.


Llegar y sonreír 
Hacer el "gran esfuerzo" de disfrutar con mi familia Mercantic


Mis manos teclean lentas a estas horas. Cuando finalmente los chicos duermen (Lupita también). Cuando finalmente puedo escuchar Miles Davis una y otra vez. Mis manos teclean lentas porque estos días fugaces me van a cámara lenta (valga la contradicción) porque espero impaciente la luna de marzo.

ENJOY


1 comentario:

lorda dijo...

ja ja ja, m'agrada tan llegir-te

la ultima foto amb el boludo un puntasssssssssssooo ja ja
un petonet guapa
lorda
ah i la foto de la teva iaia amb un tocado teu la deus, senyoreta, que ho sapigues (així que estaves tan guapa el diumenge)