miércoles, 1 de febrero de 2012

De Puertas Adentro



Mi coche ha dicho Ya. Esta mañana he corrido millas hasta dar con el gruero que me ha llevado a Mercantic. 
La primera vez que voy en grúa, qué cosas. Porque en Formentera había ido en el camión de Matutano. En Ibiza en el de Bollycao. Desde Gumiel de Izán me vine en un camión enorme y verde de un Dionisio. En Brasil fui en un Boggie. Y me falta un sidecar. 


Pensándolo bien también un avión militar (toquem fusta) y me falta también ir en Fórmula 1, que no pienso.

En mis sueños hoy he conocido al autor del último libro que leo, “libro de Requiems” de Mauricio Wiesenthal. Estábamos los dos delante de un espejo de cornucopia. Creo que Mauricio quería comprarlo y yo le hacía el trámite.
Llevo dos semanas rarunas. No sé si el frío se me ha instalado eternamente. Me tiene las manos, los pies y la mirada congelada. Y va adelante.
Tengo mis puertas cerradas, con un cartel que grita  que trabajo en el interior. Quien repare en la sutileza nunca dije que estoy currando adentro. Trabajando en el interior me salió inconsciente. Y qué ganas tengo de primavera y dejar de interiorizar tanto...


La realidad de las realidades es que espero que eso sea cierto. Espero estar dándole a la manivela para salir al exterior con el interior en condiciones. Porque las estufas están  a cien, pero a la que pongo un pie fuera se me hiela el alma.

 
Es tiempo de acurrucarse y yo lucho por estirarme. 

Una nube en cada mano, un río que recorre mi cuerpo y unos pies danzando
 uno en tierra, otro en un lugar inconcreto.

Coso primaveras y veranos. Los copos fríos y silenciosos no se dejan zurcir. .

Anna Blau

1 comentario:

La Ryta dijo...

Yo también estoy acurrucada, en el niu.

El frío en mercantic de estos días es demasiado para mi.
Nos vemos este fin de semana, o eso espero....
Petonsssss