sábado, 6 de febrero de 2016

Antes de Tiempo no había Nada


El cuerpo dormido es un sueño duro de pelar.

Funciona el sonámbulo que se despierta en la noche y solo dispone de lo que le yace dentro.
Entonces le despierta otra vez el temporizador del horno, hay un pastel que ha nacido mientras dormía.


Flores que recorren brazos y manos antes de tiempo, 
como el almendro que se deja engañar antes de una gran helada.

Y una dijo que el tiempo lo cura todo
y yo digo que el tiempo solo lo envejece.

Así, se recomienda encarecidamente, no dejar los males relegados solo al tiempo. 
Los males deberán ser extirpados, arrancados, operados, propulsados al exterior. Esto requerirá de paciencia pues es más o menos parecido al método de cazar con palillos a una mosca cojonera.

- Hombre que caza mosca con palillos... poder lograr cualquier cosa.
The Karate Kid

Y el interior sanearlo, desinfectarlo con alcohol de caléndula en algodón. Dar pequeños toques, pequeños saltos de humanidad para curarse del gran hombre.




Y llega una mano que acaricia, como si todas las caricias fueran solo caricias. 

Acaricia un ala de mariposa y la dejarás en tierra.
Acaricia una mejilla en ascuas y te dará una media sonrisa, una mirada  llena de cosas que ya no se deberían tocar pero que la caricia invade.
Invasión bárbara, por cierto.

Así acaricio al árbol y el alma vibra,
nos consolamos mutuamente por la precipitación.
En la soledad del bosque me agacho a tocar la tierra como el que pega su oreja a las vías del tren.
Quizás el hielo se compadezca, hasta el ártico se derrite...
Quizás nos llegue la primavera también,
antes de tiempo.



Hay un mensaje en una botella que reza:

Antes de Tiempo no había Nada



Y en la orilla siempre estás tu 
Gran cotidiano, el bailarín de las olas y al grillo azul.
Quien me entienda que lo compre.
Las banderas ondean a media asta, salvo la blanca,
ella me viste todas las mañanas.

En febrero un rato al sol y otro al romero.



No hay comentarios: